PARADIGMAS DE FE INTRÉPIDA [1]

¿Cuáles fueron los modelos del P. Tomás Morales? ¿Cuáles sus referentes, sus paradigmas?

Figuran en primer lugar los adalides o protectores de los Institutos Seculares por él fundados y que caracteriza en apretada síntesis:


«Pablo, Apóstol de las Gentes y heraldo de la Cruz; Íñigo de Loyola, cuyos Ejercicios son la savia de la Cruzada; Francisco Javier, fuego de conquista incendiando la tierra; Teresa de Jesús, ímpetu reformador ardiendo en el más puro amor de Dios; Teresa de Liseux, víctima de caridad ofreciéndose por la salvación de los hombres; san José, el hombre que más de cerca conoció y más íntimamente amó a la Virgen» (Documentos Internos).


Notemos su énfasis misionero. En el comentario a los Documentos Internos de la Cruzada de Santa María, revela el P. Morales su propósito: «protegida por sus adalides, se dispone a esta inmensa reconquista para Dios de un mundo pagano».


Al hablar de los santos, con motivo del día de su fiesta, nos da a conocer cuáles son sus santos misioneros preferidos:


«Estaremos un día entre ellos. Entre los santos cuyos ejemplos admiramos, cuyas vidas nos arrastraron a imitarles [...] La reunión eterna con los valientes, con los corazones ardientes y generosos de todos los siglos. Hablaremos con el ardoroso Pablo, con el virginal Juan. Javier, el conquitador. Teresita, la sembradora de rosas [...] Íñigo de Loyola y Teresa de Ávila» (Documentos Internos).


El propio P. Morales, en la introducción a las semblanzas de Testigos de Cristo para los nuevos tiempos nos dirá que los testigos de Cristo se «proyectan como en Castilla la torre, el árbol y el hombre. Vertical, en vuelo audaz hacia Dios, y abrazando a los hermanos de la tierra, en horizontal» (p.13).

Dr. José Antonio Benito R.

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